El interés por las criptomonedas para transacciones cotidianas o como forma de inversión no ha dejado de crecer en los últimos años. Prácticamente todo el mundo ha oído hablar al menos una vez de estas monedas digitales cifradas que solo están relativamente reguladas por las organizaciones gubernamentales.
Gracias a la criptografía que las soporta, se puede asegurar su titularidad y permite que sean almacenadas en monederos digitales. Como consecuencia, las criptodivisas son generalmente consideradas anónimas y seguras para realizar transacciones, pero ¿es realmente así? Vamos a explorar más sobre ello.
Anonimidad en las criptomonedas
La tecnología Blockchain es fundamental para el funcionamiento de las criptomonedas. Si estás buscando la mejor plataforma para comprar criptomonedas, una opción destacada es utilizar Coinbase. Esta plataforma te permite comprar bitcoin y otras criptomonedas con tarjeta de crédito de forma segura y conveniente.
La seguridad de la tecnología Blockchain radica en su naturaleza descentralizada y encriptada. Cada transacción se registra en bloques encriptados que se sellan, lo que impide su modificación. Esta característica hace que la Blockchain sea perfecta para los traspasos de criptodivisas entre monederos virtuales.
Una de las ventajas de las criptomonedas es su seudonimidad. Aunque la información almacenada en la Blockchain sea pública, está encriptada y los monederos virtuales pueden no requerir una identificación personal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la anonimidad también plantea desafíos, como la posibilidad de utilizar las criptomonedas para el blanqueo de capitales.
En ese sentido, varios gobiernos están trabajando en la regulación de las criptomonedas para prevenir el blanqueo de capitales y otros delitos financieros. Es esencial utilizar plataformas confiables como Coinbase, que cumplen con las normativas vigentes y te brindan seguridad en tus transacciones de criptomonedas, especialmente al comprar bitcoin con tarjeta de crédito.
Rastreabilidad de las transacciones
Las transacciones con criptomonedas son rastreables, y esto es, de nuevo, debido a que operan con Blockchain. La información registrada aquí se publica en innumerables computadoras simultáneamente, así que solo hay que seguir la información almacenada en la cadena de bloques para descifrar el recorrido completo de aquella transacción.
Estas transacciones con criptodivisas son anónimas hasta que se convierten a la moneda local, lo que acaba conectando el usuario anónimo con un nombre. Esto permite rastrearlas con fines legales, pero especialmente de seguridad, y no es el único caso en el que se aplica: este tipo de rastreos también se emplean en otros sectores. Por ejemplo, compañías como
Plamtincasino revisan la conducta de juego y patrones de los jugadores, para garantizar la seguridad e integridad de los usuarios.
Privacidad y protección de datos personales
Ciertos estudios trasladan la preocupación de los usuarios por su privacidad en el uso de las criptomonedas. Si bien decíamos que pueden ser anónimas por el hecho de relacionar monederos virtuales, también es cierto que la dirección de la billetera se puede revelar y con ella, descubrir la cantidad de dinero que tiene un usuario, su identidad o las transacciones que ha realizado no es para nada complicado.
Algunas criptomonedas han implementado medidas de privacidad para ocultar la dirección de la billetera con la que operan mezclando varias transacciones a la vez, por lo que nadie puede saber de dónde vino o a dónde fue esa operación y protegen así los datos personales del usuario, aunque no son las más comunes.
Seguridad de las criptomonedas
Las criptomonedas tienen una característica que las hace inherentemente seguras, y es precisamente de lo que venimos hablando a lo largo del artículo: la tecnología de cifrado de Blockchain que ha demostrado ser irrompible, hasta la fecha.
No obstante, las criptodivisas necesitan del respaldo de otros actores, como las carteras digitales o los Exchange, donde se intercambian divisas por criptomonedas, y es aquí donde pueden aparecer grietas en la seguridad. Si bien las carteras digitales aplican medidas a priori inquebrantables para la mayoría, no están exentas de los ataques informáticos, el robo o la coacción, y en estos casos, poco tienen a hacer los usuarios.
Mitos y realidades sobre la anonimidad y seguridad de las criptomonedas
Así pues, queda claro que la creencia de que las criptomonedas son completamente anónimas y no permiten rastrear el flujo de dinero es un mito que desmentir, porque son precisamente lo contrario. Recordemos que las transacciones son completamente transparentes, quedan registradas de forma pública y permanente, por lo que rastrearlas o investigarlas no es complicado.
Las criptomonedas han demostrado pues ser seguras y estar respaldadas por una tecnología consistente, pero esto no exime de riesgos a sus usuarios. Es muy importante educarse bien antes de empezar a usarlas para entender bien su naturaleza y funcionamiento, los actores implicados y los riesgos a los que se enfrentan sus usuarios, especialmente por los ataques informáticos y el robo de información, algo muy valioso en el mundo digital.
Conclusión
Hemos aprendido pues que las criptomonedas son algo más complejo de lo que pueden aparentar. Ellas llevan consigo algunas características intrínsecas, como son la seguridad o la tecnología, pero no el hecho de que sean anónimas o de que se puedan usar para actividades ilícitas, ya que su rastreo y trazabilidad son evidentes. Claro está que quedan algunas cuestiones que deberán resolverse para mejorar estos activos, pero salta a la vista que ganarán aún más impulso con el tiempo.
